El diario La Nación del jueves llegó tarde a los quioscos. Muy tarde. Llegó después de que la empresa decidiera dar marcha atrás con su intención de despedir a 10 trabajadores, a la madrugada. Eso provocó un paro que se inició por la tarde y mantuvo a la planta y varios sectores del diario paralizados. La Nación no comenzó a imprimirse hasta que los puestos de trabajo estuvieron reasegurados.
Felicitamos desde aquí a los compañeros de la Tribuna de Doctrina por la tenacidad con la que defendieron el trabajo. Su lucha, que es la nuestra, es una luz de esperanza para todos.
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