martes, 30 de junio de 2009

Echame, echate

Hola, vos me conocés. Soy Francisco, un tipo común. Me gusta bailar el reggaetón y votar con mi imitador, porque soy un tipo común.
No escribo acá para agradecerte por tu voto, sino para que te enteres por mi boca algo que hice antes que los trabajadores de El Cronista me difamen.
Eché del diario a Leonardo Simone, padre de cinco hijos -casi como yo, que tengo uno más en camino- y 22 años de servicio en el sector de administración de El Cronista. Lo eché el 29 de junio, un día después de las elecciones en las que le gané al kirchnerismo y dos días antes de renegociar paritarias con estos insasiables que quieren ganar más plata. Como hubiera hecho cualquier tipo común, que no quiere perder elecciones ni pagar más.
Y lo despedí con justa causa, porque soy un tipo común al que no le gusta gastar en indemnizaciones. Hice que mi gente encontrara algo para rajarlo, como hubiera hecho cualquier tipo común.
Encima de todo, a los trabajadores que todavía no despedí se les ocurrió ayer plantarme un paro por tiempo indeterminado, hasta que reincorpore a ese tipo que, por ser un laburante padre de cinco hijos, se cree que tiene los mismos derechos que mi abuelo, el inmigrante que fundó Tía, o que un tipo común, como yo.
Bueno, nada, quería contarte nomás, a vos que confiaste en mí, en una nueva forma de hacer política, antes de que estos tipos poco comunes empiecen a difamarme sin razones.
Te dejo un abrazo. Me reiría como mi imitador, pero acá en el blog, escrito, queda feo.